jueves, 29 de diciembre de 2011

Año nuevo: rituales, costumbres, supersticiones…

El día de Año Nuevo es la más antigua y universal de las festividades religiosas. Curiosamente, su historia comienza en una época en la que aún no existía un calendario anual. El tiempo transcurrido entre la siembra y la cosecha representaba un “año” o ciclo.

En las diferentes culturas de todos los tiempos los cambios de ciclo han llevado implícitos ritos que atraen salud, amor y dinero.

La fiesta de Año Nuevo más antigua que se ha registrado se cele­braba en la ciudad de Babilonia, cuyas ruinas se alzan cerca de la mo­derna ciudad de Al-Illah, en Irak. Se situaba a fines de marzo, en el equinoccio invernal o de primavera, esto es, al comenzar esta estación, y los actos festivos duraban once días.

La idea de utilizar un recién nacido para simbolizar el comienzo de un nuevo ciclo surgió en la antigua Grecia alrededor del año 600 a.C. En las fiestas dionisiacas, era costumbre hacer desfilar, como homenaje a Dionisos, dios del vino y de las francachelas, un bebé en un cesto de juncos, que representaba el renacimiento anual de ese dios como espíritu de la fertilidad.

Los egipcios celebraban el fin del año al empezar la crecida del río Nilo y la preparación de las tierras para la siembra; mientras que los romanos lo hacían el 25 de marzo.

Desde los inicios del Imperio Romano, enero estaba dedicado al dios bifronte Janus, que mira delante y detrás: al año que se va y al principio del que viene, por eso le representaban con dos rostros, uno barbudo y viejo y el otro jovencito. Los romanos invitaban a comer a los amigos y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que pasara el sabor de las cosas y que el año que empezaba fuera dulce.

Esta vieja costumbre romana fue poco a poco entrando en Europa, donde con la misma finalidad venturosa comenzaron a ofrecerse lentejas, de las que se dice que propician la prosperidad económica del año que empieza.

En la Edad Media la Iglesia trató de oponerse a las viejas costumbres, pero no consiguió extirpar la atmósfera disipada de, la noche de San Silvestre, que se mantuvo como la última isla pagana de las doce noches navideñas (las comprendidas entre la Navidad y la Epifanía), que la Iglesia consideraba como periodo de renovación para mejorar el año venidero. La cena de Nochevieja, el 31 de diciembre, empezó a convertirse en una festividad de moda desde principios del siglo XX.

Recordemos que en el mundo occidental  el calendario que nos rige es el Gregoriano, llamado así porque fue impuesto en 1582 por el Papa Gregorio XIII, sustituyendo la cuenta juliana establecida por Julio César (que databa el nacimiento de Cristo en el año 1, dando lugar a nuestra Era).

Con la nueva cuenta de 365 días, se siguió la costumbre ancestral de celebrar el fin de año el 31 de diciembre (que en el hemisferio norte coincide más o menos con el solsticio de invierno, el 25 de diciembre).

Actualmente en casi todos los rincones del mundo, la noche en que se efectúa el traspaso del “año viejo” al “año nuevo” está cargada de ritos y supersticiones que buscan atraer la felicidad, el éxito y la abundancia.

Alemania: El último día del año, el protagonista en Alemania es San Silvestre. En su honor, corre la bebida, y se queman castillos de fuego para ahuyentar a los espíritus malignos.

Brasil: El mar juega un papel muy importante: el cielo de las playas brasileñas se ilumina con los fuegos artificiales y las filhas do santo (sacerdotisas africanas) encienden velas y lanzan al mar pequeños barcos llenos de flores y regalos para ver si las olas se los llevan, lo que es un buen presagio.

Escocia: En año nuevo, su afición preferida es el Hogmanay: se busca barril de madera, se le prende fuego y se lo pone a rodar por las calles. Según dicen, es para permitir el paso del nuevo año. Además, después de medianoche, llega el momento de presentar su "primer pie". A esa hora van a ver a sus allegados para desearles feliz año nuevo y les ofrecen un trago de whisky y un pedazo de pastel de avena. Los más viejos se quedan y esperan que el "primer pie" en sus casas sea el de una persona bella y alta y, sobre todo, de cabello negro (que trae suerte).

España: Es costumbre salir a la plaza mayor de la localidad y comerse las tradicionales 12 uvas de la suerte al son de las campanadas de medianoche, mientras se pide un deseo. Tras la cena, la fiesta continúa en la calle hasta bien entrada la mañana siguiente.

Italia: En la noche de fin de año, al igual que el resto de europeos, salen a celebrarlo por todo lo alto hasta que amanece. En la Nochevieja italiana, las lentejas sustituyen a las uvas para atraer la buena suerte en el nuevo año. Otra tradición muy popular y que, dicen, depara buena fortuna es la de regalar lencería roja. Muy arraigada está también la costumbre de arrojar los trastes viejos por la ventana como símbolo de un pasado finito.

Japón: En Japón las fiestas de fin de año duran nada menos que 15 días, en los que escuchan 108 campanadas equivalentes a los valores negativos que acarreamos los humanos y que con las campanadas se olvidan. Comen también una sopa tradicional con fideos y a continuación se dirigen hacia el templo budista a pedir buena suerte para el año que empieza. Se celebra así el año recién nacido. Después de dirigirse al templo, beben "sake" mientras visitan a los amigos para concentrarse después en otra comida especial de año nuevo.
La comida más importante dentro de las celebraciones de fin de año la realizan el día 15 de enero.

China: Se prepara una pequeña caja a la que se le pega un espejo en el fondo y otro en la tapa que multiplicará el dinero que en esta caja se deposite.

Líbano: Se preparan doce bolitas con masa de trigo introduciéndoseles una pasa y una moneda, para luego regalarlas a 12 amigos y los beneficios regresan a quien las obsequia multiplicados por 12.

Rumania: Las mujeres solteras suelen caminar hacia un pozo, encender una vela y mirar hacia abajo. El reflejo de la flama dibujará en las oscuras profundidades del agua el rostro de su futuro esposo. Pero las que prefieren no salir de casa, pueden  colocar una rama de albahaca bajo la almohada: el sueño de esa noche tendrá como protagonista al hombre que las espera.

Venezuela: Antes que den las 12, las familias se reúnen en sus hogares y preparan la "hallaca", una especie de humita exuberante, repleta de condimentos y relleno especial, que se regala a los amigos durante la noche de víspera de Año Nuevo. Es una forma de reafirmar la amistad y de desear buena suerte para el próximo año.

Argentina: En Buenos Aires  el día de Año Nuevo las empresas pasan documentos antiguos y papeles que no van a usar por la trituradora y tiran por la ventana los restos del papel. Así, muchas calles se visten de blanco el primer día del año.

Existen también otras cábalas o supersticiones  populares:
- Ponerse ropa interior amarilla o roja.

- Salir con las maletas en la mano a dar una vuelta a la casa para poder viajar durante el nuevo año que justo empieza.

- Empezar el año nuevo de pie (justo a medianoche)

- Saltar el umbral de la casa con el pie derecho.

- Ocupar algunos momentos del último día del año que se va, limpiando y ordenando la casa.. Entre más limpia, ordenada y radiante esté la casa, mejor será la vida en el próximo año.

- Poner un anillo de oro en la copa de champaña con la que se hará el brindis: le asegurará que no le falte el dinero.

Y seguramente muchas más…
A pesar de estas diferencias culturales, en todos los países donde se celebra el fin de año hay un elemento común: las familias y amigos se reúnen para cenar, brindar y desearse una buena entrada de año.

¡¡ FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS !!


martes, 20 de diciembre de 2011

La Supervisora de la zona iniciando el recorrido por los planteles para hacer entrega de un obsequio a cada tabajador.


Preguntas frecuentes sobre la Navidad

¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?
¿Por qué en muchos hogares se espera el 8 de diciembre para armarlo?
¿Qué significado tienen sus adornos y colores?

El 8 de Diciembre se conmemora el día de la  Inmaculada Concepción de la Virgen María  y es tradición  en muchos hogares armar este día el árbol de Navidad.

El origen del Árbol de Navidad es muy antiguo y también algo confuso, ya que son varias las versiones que cuentan de él. Se dice que los celtas, al comenzar el solsticio de invierno adornaban un roble (su árbol sagrado) para asegurarse el regreso del Dios del Sol y de la fertilidad.

La costumbre cristiana de colocar regalos a los pies del árbol y abrirlos en Navidad, también proviene de los celtas, quienes una vez producido el solsticio (21 de diciembre) se repartían entre las antorchas como augurio de un pronto verano.

Los griegos consagraban el pino a Dionisio, dios de la fertilidad y del vino, a quien lo representaba con una varilla, el tirso, coronada con hojas de vid y de hiedras, terminada en forma de piña, el fruto del pino. La piña cerrada era para los romanos símbolo de virginidad y no por casualidad se utiliza en las mesas navideñas.

En el norte de Europa existió además el Árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa estaba el palacio de Odín, el máximo dios, de donde los primeros evangelistas tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole el significado.

Ocurría que mientras a Yggdrasil se le ofrecían sacrificios humanos, para los cristianos eso no hacía falta: Jesús ya había dado su vida en los maderos de la cruz (el árbol) para salvar a la humanidad.

A propósito de esto se cuenta que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, sesgó con un hacha un árbol que representaba el Yggdrasil y ante el cual se estaba por sacrificar a un niño; y que de allí brotó milagrosamente un abeto.

Mientras los cristianos protestantes eligen el pino, los católicos prefieren el abeto y esto tiene que ver con que fue Martín Lutero, padre de la Reforma, quien impuso el pino como Árbol de Navidad, porque sus hojas, que simbolizan el eterno amor a Dios, debían ser perennes.

A esta idea también adhirieron los católicos, pero para distinguirse de los protestantes lo suplantaron por el abeto, que además de hojas perennes, tiene una forma triangular que representa a la Santísima Trinidad.

Por su parte, los judíos poseen su Árbol de la Vida, que no existe materialmente, pero que se dibuja con diez redondeles, que representan las diez emanaciones espirituales o sefirots, a través de las cuales Dios habría dado origen a todo lo existente.

Estas diez emanaciones se interconectan a su vez con las 22 letras del alfabeto hebreo y su compleja interpretación entra en el terreno de la Cábala.

El Árbol de Navidad también recuerda al manzano del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde provino el pecado original.

Pero para los cristianos  las esferas representan los rezos que se hacen durante el período de Adviento y sus colores responden, si son rojas, a peticiones; si son plateadas, a agradecimiento; las doradas son de alabanza y las azules de arrepentimiento.

Las luces, que en un principio eran velas, representan la luz de Cristo.
Además, la estrella que se acostumbra poner en la punta del árbol representa la fe que debe guiar la vida del cristiano.

La costumbre  de armar el árbol  de Navidad el día 8 de diciembre, se apoya en que la Virgen  María esperó los nueve meses de embarazo  el nacimiento de su hijo Jesús. En el Adviento, Ella nos acompaña a esperar con alegría el nacimiento del Hijo de Dios.


Una de las tradiciones navideñas más arraigadas en los países de habla hispana es el  pesebre, también conocido como nacimiento o belén que se coloca a los pies del árbol
¿Cuándo y dónde se originó esta costumbre?


Esta costumbre (presente también en otros países donde predomina el catolicismo) que consiste en la representación mediante figuras de cerámica (u otro material) del nacimiento de Jesús, se originó en la Edad Media, cuando en el siglo XIII, San Francisco de Asís lo hizo por primera vez.

Aparentemente, el fraile se encontraba predicando en la capiña de Rieti, Italia. El crudo invierno se avecinó y él que vestía con harapos, buscó abrigo en la ermita de Greccio. En estas circunstancias, llegó la Navidad de 1223.

San Francisco estuvo en el bosque orando y meditando en el Evangelio según San Lucas, cuando tuvo la inspiración de recordar ese gran momento del nacimiento del niño Jesús.

Construyó entonces una chozita con paja, imitando el portal donde la Virgen había pasado la noche de su alumbramiento. Llevo un pesebre al interior, trajo un burro y un buey, e invitó a todos los lugareños a representar la hermosa y emotiva escena.

En poco tiempo, toda Italia estaba haciendo lo mismo. De ahí se difundió a España y luego a toda la Europa cristiana. De los seres vivos se pasó a la utilización de figuras de barro.
Según una tradición los pesebres son colocados antes de la Navidad, pero el niño Jesús se coloca el 24 de diciembre a la medianoche. La fecha para quitarlo varía de acuerdo con los países y regiones. Algunos lo hacen el 6 de enero, Día de Reyes, pero en otros la representación del nacimiento de Jesús permanece hasta el Día de la Candelaria (2 de febrero)


¿Cuál es el significado de cada una de las piezas que forman el  pesebre?
Figuras del nacimiento y su significado


Choza: Representa sencillez y humildad.

José: Hombre que inspira obediencia y fortaleza.

María: Representa la fidelidad y el amor a Dios, mujer compresiva y bondadosa.

El niño Jesús: Guía espiritual, que se aloja en el corazón del hombre para transmitirle su amor al mundo.

Buey: Su misión era mantener caliente con su aliento, la cuna del niño Jesús. Sirve como ejemplo a los hombres, para que mantengan en sus hogares un ambiente cálido y amoroso.

Burro: Animal más humilde de la creación, motivo por el cual fue el elegido para acompañar a María y estar en el pesebre.

El ángel: Simboliza la bondad, el amor y la misericordia.

Los tres reyes magos: A través de sus obsequios (oro, incienso y mirra), le muestran a Jesús su naturaleza real, divina, así como su sufrimiento y muerte.

Pastores: Representan la humildad, sencillez, servicio, ayuda y alegría de los humanos que cuidan con amor a su rebaño.

Ovejas: Significan obediencia y docilidad, inspiran confianza.

Musgo: Hierba que deja pisarse por todos los pies, sin importar su clase o posición.

Estrella: Significa renovación. Representa la luz inagotable y refrescante que disipa las tinieblas para darnos esperanza.


¿Por qué Rodolfo, uno de los renos de Papá Noel, tenía la nariz roja?


Rudolph (en inglés) o Rodolfo (en español) es el nombre de uno de los nueve renos que, según la mitología navideña, tiran el trineo con el cual Santa Claus (llamado Papá Noel en algunos países) viaja por el mundo repartiendo los regalos de la Navidad en la noche del 24 de diciembre. De los nueve renos, él es el último en unirse al trineo de Santa, pero también es el más popular por su particular nariz roja.

La historia cuenta sobre un joven reno que siempre fue mal visto y discriminado por su manada, la cual se burlaba de su extraña y chistosa nariz roja, que emitía luz propia. Esto fue así, hasta un día de Navidad en el que se había desatado una gran gran tormenta de nieve, que imposibilitaba que el trineo de Santa Claus, con sus tradicionales ocho renos, pudiera comenzar el viaje para repartir los regalos. Así fue como Santa Claus conoció a Rodolfo, y lo puso al frente de los demás renos, para que con la potente luz de su nariz, los pudiera guiar en el difícil viaje. Desde ese momento, todas las Navidades, Rodolfo trabaja junto a Santa Claus, y es respetado y admirado por el resto de su manada. Rodolfo es el héroe de la Navidad.

Robert L. May, escribió la historia sobre Rodolfo, el reno de la nariz roja, en 1939.

May se inspiró en "El Patito Feo" y en vivencias de su propia infancia, ya que era un niño pequeño, frágil, de quien siempre se burlaban, para crear la historia del reno que era diferente. También consideró otros nombres, como Rollo y Reginaldo. Pero May se decidió por Rodolfo como nombre para su reno. Habiendo escrito en verso como una serie de versos pareados, May leyó las rimas a su hija Bárbara de 4 años de edad para ver si les gustaría a los niños. La niña adoró la historia.

La historia de May llamada "Rodolfo, el reno de la nariz roja" se imprimió comercialmente en 1947 y, un año más tarde, los teatros ya mostraban un dibujo animado de la historia de 9 minutos de duración. Cuando Johnny Marks, cuñado de May y compositor, escribió la letra y melodía de la canción "Rodolfo, el reno de la nariz roja", nació el fenómeno de Rodolfo, que se ha convertido en un ícono muy querido de la Navidad.


En ciertas regiones lo conocen como San Nicolás, en otras como Santa Claus, Papá Noel o el Viejito Pascuero.
Pero, ¿quién es este señor con  larga barba al que miles de niños de todo el mundo escriben una carta contándole cómo se han portado y pidiéndole  un regalo pa la noche de Navidad?



Es un personaje inspirado en un obispo cristiano de origen griego, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Era una de las personas más veneradas por los cristianos de la Edad Media, del que aún hoy se conservan sus reliquias en la basílica de Bari (Italia).

Se llamaba Nicolás de Bari. De él, se cuentan cientos de historias, especialmente narrando sus milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal fue la admiración que sintieron por él que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y la Lorena.

San Nicolás falleció el 6 de diciembre del año 345. Puesto que esa fecha está muy próxima a la Navidad, se decidió que este santo era la figura perfecta para repartir regalos y golosinas a los niños el Día de Navidad.
En el año 1087 los restos de San Nicolás fueron llevados a Bari (Italia), donde se construyó una iglesia en su nombre, pero curiosamente en Italia no es San Nicolás quien trae los regalos de Navidad sino una bruja buena(“la Befana”)

En el siglo XII la tradición católica de San Nicolás se expandió por Europa, mezclándose con celebraciones similares. Hacia el siglo XVII emigrantes holandeses llevaron la costumbre a Estados Unidos, donde se suele dejar galletas o pasteles caseros y un vaso de leche a Santa Claus. Por cierto, como curiosidad, el nombre Santa Claus se creó a raíz del nombre del santo en alemán, San Nikolaus.

El aspecto de San Nicolás de Bari era muy distinto al que se le atribuye hoy: si bien vestía con ropas rojas debido a sus vestiduras episcopales, tenía la complexión delgada y de gran estatura.

El hecho de que lo representen siempre con una bolsa y tenga la fama de repartidor de regalos se debe a que, en cierta ocasión, el santo tuvo conocimiento de que la hija de uno de sus vecinos iba a casarse y su padre no tenía dinero para la dote, por lo que decidió entregarle una bolsa con monedas de oro.

Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote quien entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban sobre la chimenea para secarlos.
Así, la boda pudo celebrarse y, desde entonces, cobró fuerza la costumbre de intercambiar regalos en Navidad.

Aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás, la imagen familiar de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes es una invención estadounidense de estos años. Hasta que el escritor inglés Clement Moore lo imaginó en un trineo llevado por ocho renos, Papá Noel repartía sus regalos a pie o montado en un caballo.

En 1931 Coca Cola encargó al caricaturista Thomas Nast que dibujara un Papá Noel humanizado y cuya imagen fuera más cercana a las personas para su campaña navideña. Así surgió el Papá Noel vestido de rojo, con cinturón y botas  que permanece hasta hoy en el imaginario popular.

¿Quiénes eran los Reyes Magos? ¿Eran magos o sabios?
¿Cuál es el significado de los regalos ofrendados al niño Jesús?

La tradición más difundida cuenta que los Reyes Magos vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén.

Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro, incienso y mirra .

Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio.

Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Hay muchos que sostienen además que eran muy buenos astrólogos y cultivadores de las ciencias -especialmente de la astronomía-. No podía ser de otra manera, dado que debieron guiarse por la estrella que bien pudo ser el cometa Halley.


Los tres Reyes Magos y el significado de sus regalos

Melchor (Magalath)

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Anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color, procedente de Europa; Melchor entrega la mirra, La mirra es una sustancia rojiza aromática que es común en medio oriente y Somalia. Era muy valorada en la antigüedad para la elaboración de perfumes. La mirra es el símbolo del hombre. Otras versiones cuentan que era compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús.

Gaspar (Galgalath)

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El más joven y rubio de los tres reyes magos procedente de Asia. Gaspar entrega el incienso, El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que se añaden aceites de forma que al arder desprenda un humo fragante y un olor característico. El incienso en el símbolo de Dios. En muchas religiones el incienso se utiliza en los ritos religiosos.

Baltasar (Serakin)

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De raza negra, procedente de África, Baltasar entrega el oro, el más precioso de los metales. El Oro es el símbolo del Rey, representando de esta forma la naturaleza real, como presente conferido a los reyes.

La descripción de los tres reyes magos fue hecha en el siglo XIV por un monje benedictino, Beda, que los describió en un códice, según lo expuesto más arriba.

Tras la adoración, poco más se supo de los Reyes Magos. Hay algunas versiones:

* San Mateo nos cuenta en el Evangelio que regresaron a su país por otro camino para burlar a Herodes.

* Algunas fuentes de la tradición piadosa sostienen que fueron discípulos de Santo Tomás.

* Otros dicen que fueron consagrados obispos y murieron martirizados hacia el año 70 después de Cristo. Según esta hipótesis sus reliquias fueron llevadas de Milán a Colonia en el siglo XII. Allí todavía hoy son veneradas.

Pues la verdad que son históricamente un misterio. Las breves referencias de San Mateo en los evangelios no dice mucho sobre ellos. Son Magos ("sabios" en uno de los significados literales), y esa es un razón por la que después de tantos siglos permanecen vivos en la magia de la Navidad.

Ellos son un parte importante de la mágica atmósfera que invade la madrugada del 6 de enero, el día de Reyes, y a lo largo de tantas navidades estos misteriosos personajes han ido ganando presencia entre nosotros, fomentando en nuestra imaginación todo tipo de detalles sobre ellos... 2000 años después, ¿Qué pasó en realidad? ¿Quiénes son los Reyes Magos?

Forman parte del espíritu de la Navidad, del reencuentro familiar, simbolizan cada año la importancia de los niños, nuestra adoración y entrega hacia ellos.





 
 
Algunas piñatas elaboradas por niños y padres de familia